lunes, 4 de octubre de 2010
Artero Artime: ¡Quiere hacer pasar el proyecto de Rizzi con otro nombre!
Muerto el Cavaliere, viva el Príncipe Heredero. Artero Artime construye desde las sombras y de espaldas a la gente ¿a qué no saben qué proyecto presentó ahora? De acuerdo a La Capital de hoy, "Proponen que los "amenities" no se computen para el COT ni el plano límite" ¿Y qué son los amenities de los edificios ? El quincho, el laundry, la pileta y todo eso que le da "categoría" a una construcción y que muchos retrógrados que estamos en contra del progreso y vivimos en una retrógrada casa baja tenemos, mal o bien, en el fondo de nuestras primitivas chozas, tal cual permite su condición. El nuevo disparate significaría que no se cuenten como "pisos" estas comodidades, de modo que, además de los pisos permitidos por el Código de Ordenamiento Territorial (COT), puedan haber tantos mas pisos como a los constructores se les cante ¿no les suena parecido al proyecto de Rizzi? Calcado. Y rigiendo para toda la ciudad. Otro intento de insultar nuestra inteligencia. Pero el proyecto de Artero Artime, que dicho sea de paso, es arquitecto, tiene una vuelta más: ¿qué pasa si un constructor construye los pisos permitidos y luego pone cinco pisos más de amenities o de espacios que figuran, sin que sepamos a qué nivel de controles en tanto no deben respetar las reglas vigentes, como amenities y, como suele suceder, por arte de magia, parte de esos amenities se transforman en departamentos? ¿quién va a controlar eso en una ciudad donde no se puede evitar que se caigan obreros u objetos de las obras? Pero es peor aún. Si este proyecto se aprueba, el proyecto de Rizzi puede jubilarse tranquilo porque de hecho va a estar vigente. Lo explicamos: si en nuestro barrio pueden construirse siete u ocho pisos, pero por aquella ordenanza aprobada con una validez de sólo seis meses en 2001 para darle trabajo a los obreros de la construcción y luego prorrogada indefinidamente por la que se permite construir un 30% más, tenemos mas de diez pisos. Si a estos les sumamos los amenities de Artime, que no se cuentan, ahí tenemos la cantidad de pisos que pide Rizzi en su proyecto. La pregunta sería, una vez aprobado este dislate: ¿cuántos pisos se podrán construir en Mar del Plata? Respuesta: teóricamente ilimitados. Más aún: Artime se da tiempo de ejercer el humor cuando afirma: "de esta manera, un matrimonio joven de clase media que busca su primera vivienda podría acceder a un tipo de equipamiento que de otra manera le estaría vedado", como si cualquier matrimonio de clase media pudiera pagar 3000 dólares el metro cuadrado. El Presidente del Concejo Deliberante afirma que su proyecto ya tiene el apoyo (léase "el curro ya está arreglado") de parte de las cámaras de la construcción, que de esta manera reciben un premio pese a no disponer las medidas de seguridad suficientes para evitar que siga muriendo gente en sus obras y en el peor momento de su desempeño al frente de las construcciones, y para colmo, por parte de alguien que debería velar porque las normas se cumplan. La pregunta sería ¿no es esto dar vía libre a una actividad que merecería ser mas controlada en muchos de sus aspectos y en su función social y de destrucción del entorno de una ciudad que se considera turística? Qué casualidad: entre los consultados en busca de apoyo por Artero Artime no figuramos los vecinos. Será que, fiel a sus orígenes neoliberales, no le importamos.
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