lunes, 25 de octubre de 2010

Dos menos uno, es uno, no tres!

Como en aquel sketch de Matrimonios y algo más en el que el marido entraba a su casa en el momento en que su esposa lo estaba engañando y, pese a la situación evidente, pese a encontrar varios hombres en el placard, creía ciegamente todo lo que ella le explicaba. Así se comportan algunos vecinos de nuestro barrio, propietarios de departamentos cuya esporádica presencia no les ha generado el sentimiento de vivir en comunidad. Y que según nos enteramos ayer, esperan la construcción de algunas torres como si fuera el maná del cielo. Se dice que en la Avenida de los Trabajadores entre Lebensohn y Puan se va a demoler el legendario Hotel Iguazú para dar lugar a un edificio, y la misma suerte correría el lavadero de autos junto a la inmobiliaria que está en la esquina de Puan, terreno sobre el que circularon versiones contradictorias acerca de su situación dominial y de cómo se logró ese dominio. Algunos de los vecinos del sector estarían muy contentos con ambas construcciones porque por fin "van a tener veredas". O no saben, o no quieren saber que la construcción de éstas no depende de la edificación de torres, sino de la intervención municipal o de la deliberada no intervención de la comuna para generar esta situación de abandono. Por otra parte, la construcción de al menos una torre les restaría vistas y asoleamiento en forma considerada. Sin embargo, estos propietarios, increíblemente ¡creen que sus departamentos se van a valorizar!. En parte gracias al minucioso trabajo de algún martillero de la zona que administra propiedades, les hace algún favor para que puedan pagar las elevadas expensas y de paso, les cuenta las "ventajas" de las torres. Al respecto, queremos citar un par de ejemplos en contrario.
Por ejemplo, el caso de Lanús (http://www.inforegion.com.ar/vernota.php?id=200872&dis=1&sec=1), donde podemos leer:
"La contaminación visual es terrible; quienes vivimos aquí hemos perdido la intimidad, hay casas que no tienen sol y hasta sufren pérdida estética,
ya que tienen en sus patios un paredón como entorno perimetral. El daño y la destrucción de las propiedades linderas a estas grandes obras trae como consecuencia la pérdida patrimonial por desvalorización de los inmuebles” También pueden consultar la nota en este mismo blog: http://mogoteslibredetorres.blogspot.com/2010/03/basta-de-torres-en-ramos-mejia-lo-que.html en la que los vecinos de Ramos Mejía sostienen: "Todo esto hace que las propiedades linderas a las nuevas torres hoy valgan la mitad de lo que valían antes de que estas se levantaran lo que implica un grave perjuicio patrimonial." Sería bueno que leyeran estos artículos, y busquen utilizar sus propios cerebros. Porque van a regalar una virtud de sus departamentos, una ventaja por la que han pagado de más, a constructores privados que sólo velan por sus propios intereses. Nadie que compra un auto con aire acondicionado, si le quita este elemento lo va a vender por un valor mayor ¿se entiende o necesitan mas explicaciones?

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