martes, 31 de agosto de 2010

Hecha la trampa.

No es Punta Mogotes, pero tiene que ver con la construcción en nuestra ciudad. A partir de la desgraciada muerte de Juan Carlos Stebelski a causa de un objeto que impactó en su cabeza en una obra de Catamarca y 25 de Mayo, cuya empresa responsable está presidida por Oscar Palópoli, ex presidente del Centro de Constructores e integrante del Plan Estratégico y del Concejo de Inversiones, algunas cosas han cambiado. Una de ellas es la obligación de colocar en las obras un telón protector de media sombra que sirva para contener cualquier eventual objeto o persona que pueda caer al vacío. Pero para los constructores, hecha la ley, hecha la trampa. Así que en esta obra de la calle Rawson al 2700 vereda impar, entre San Luis y Mitre, en efecto, colocaron el telón. Si bien no observamos las bandejas que también son obligatorias, al menos el telón está, pero... -y ahí está la avivada-, éste tapa el reglamentario cartel de obra!!! Una oportuna avivada que encubre otras irregularidades. Pero afortunadamente podremos denunciar estos inconvenientes: entre los cambios que los hijos de Stebelski han logrado de la Municipalidad, figura la creación de un teléfono donde estas cosas se puedan denunciar. Va a funcionar a partir del 1º de septiembre y el número es 0800-333-3674. Usémoslo.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Políticas habitacionales llave en mano, por el Arquitecto Eduardo Layús (*).

La fuerza de una foto o la foto de la fuerza…
Buscando fotos del barrio Belisario Roldán, para un informe técnico, me detuve en ésta, de la entrega de viviendas en diciembre de 2009.
Publicada en un medio gráfico local, sirvió para ilustrar la entrega de 18 viviendas en el barrio. En ella están el Intendente Contador Pulti, el Secretario de Planeamiento Arquitecto Castorina, tres vecinas y dos funcionarios del IVBA y Salud.
Una foto nada más, que al final… tal vez, poco interesa… O tal vez no.

De a poco dejé de mirar la foto y comencé a ver los gestos, las miradas, las actitudes de cada una de las personas presentes y al meterme en la situación del acto, no pude dejar de parangonarla con un cuadro de alguna película del neorrealismo italiano.
“Las miradas sobre las llaves” podría ser el título de esta película, donde los actores principales focalizan su atención sobre esos pequeños objetos -de deseo- de relativo escaso precio, pues cada llave no supera el precio de un kilo de pan.
Su valor -en cambio- es altísimo para todos… pero muy diferente para cada uno.
Para unas -las Madres- parecen significar la realización de una meta casi inalcanzable, todo un fin en sí mismo: el techo, el cobijo, la seguridad, el nido, la protección. Sus lágrimas demuestran que en esas llaves están simbolizados sus sueños y esperanzas y, a partir de allí sus realidades y su futuro.
Para otros, las llaves parecen tener otro sentido.
Los funcionarios, con sus sonrisas apenas esbozadas, con sus brazos cruzados y su posición lateral en el cuadro, por costado y por detrás, enmarcan la situación. Están porque no podrían dejar de estar. Son la Corte, simbolizan el poder instituido.
Para el Intendente municipal, las llaves parecen significar un medio; concentran todo lo que aspira un político: el reconocimiento como autoridad máxima, del objetivo cumplido y la promesa de futuras continuidades. Su mirada está en el objeto, no en los sujetos; no está en los ojos de las destinatarias de las llaves de la vivienda, ya que no hace falta que les imponga más su poder, interesa sólo el objeto.
Hace pocos días, la noticia fue nuevamente el barrio Belisario Roldán.
Esta vez, sobre el destinatario de una de esas viviendas -un niño de 9 años- se derrumbó el cielorraso de la cocina. Atención: no se cayó nada, se derrumbó.
Con deliberada intención digo “derrumbó” intentando que se vincule este hecho con el ocurrido hace -otros- pocos días en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con el derrumbe de un edificio sobre 14 personas, en el que tampoco hubo ningún accidente; no fue casualidad; sino producto de la desidia y la mala praxis.
Entonces vi la otra foto, la de Marta bajo el techo derrumbado de su casa.
Casi un año la separaban de aquellas sonrisas.
En tan poco tiempo conoció lo que significa el ninguneo, el desinterés y el estiramiento de las respuestas por parte de los funcionarios, como buscando el desgaste vecinal.
Desgaste que sólo se produjo en la calidad de las viviendas entregadas -“llave en mano”- por el municipio y el Instituto provincial.
Marta parece preguntarse y preguntarnos:
¿Es posible que no se den cuenta que ésta no es forma de vivir?
¿De qué seguridad nos están hablando?
Nosotros nos podemos preguntar: ¿Obras privadas y/o públicas de la municipalidad, habrá extendido el certificado de inspección final de las obras, o permitió que las familias comenzaran a vivir en condiciones tan precarias?

Considerando que nos referimos a planes de gobierno, que están pensados “para solucionar el grave déficit habitacional y las condiciones de emergencia del pueblo…”, es que los recaudos, verificaciones y pruebas de calidad deberían ser más rigurosas.
Lamentablemente no son las únicas familias que atraviesan los problemas generados por estas políticas habitacionales oficiales, en las que parece que sólo interesa el corte de cintas en la inauguración.
Las deficiencias constructivas tendrán solución técnica -esperemos que de manera urgente-, pero las socio culturales serán mucho más difíciles de solucionar.
El gobierno instaló en el barrio Belisario Roldán, en pocos meses, 600 familias que no se conocen entre si. En un territorio con historia propia, no se preocupó de vincularlos previamente entre si ni con lo existente.
Entonces el problema ahora lo tiene todo el barrio: el que generaron automáticamente, a-histórico y sin trayectoria y el preexistente.
Los vecinos -todos- deberán comenzar a construir los lazos vecinales, a aprender a confiar entre si, y a no confiar ciegamente en los políticos -y en sus promesas- que les acercarán para enfriar la bronca o cada vez que haya que cortar una cinta o buscar un voto.
Objetos y sujetos en estas situaciones -en estas fotos- que se terminan resolviendo, como en el neorrealismo italiano, con los niños…
En la primera foto, la niña mirando a la cámara… todavía sin saber que “Ella” será la que tendrá las llaves que alumbrarán el otro futuro.

Mar del Plata, 24 de agosto de 2010.

*Arquitecto - Vecinalista

domingo, 22 de agosto de 2010

Cassettito Cánepa: pasalo mil veces que algo quedará

"Una mentira repetida mil veces se convierte en una realidad". La frase de Joseph Goebbels parece quedarle como a medida a Norberto Cánepa, Presidente del Centro de Constructores y Afines y uno de los responsables de la constructora ConSCa, adjudicataria de tanto negocio de obra pública. El pasado 12 de agosto, en una entrevista radial con José Luis Jacobo, metió el cassette, puso "play" y arremetió una vez mas con las habituales mentiras, que deberíamos tener presentes, para justificar su idea de construir en lugares a cuyo efecto se demuelen propiedades de interés patrimonial o que identifican a la ciudad:

"-La tendencia de las ciudades en todo el mundo es hacia la concentración y no hacia la expansión, porque esto lleva a un mejor uso y una racionalización de los servicios, tanto de infraestructura como de transporte...-"
Suena bien ¿verdad? es un típico discurso de los noventa que tantos compatriotas solían comprar con los ojos cerrados, pero ¿saben una cosa? ¡es falso! La ciudad YA está expandida. ¿o acaso termina en Juan B. Justo hacia el Sur, en Independencia hacia el Oeste o en Libertad hacia en Norte? Tarde o temprano habrá que llevar servicios a todos aquellos que aún hoy deben calefaccionarse con garrafas en pleno invierno y tienen que sacar el agua de napas cuyo estado desconocemos, desde le límite con Mar Chiquita hasta el Arroyo Las Brusquitas, porque ahí ya vive gente. No queda otra. Salvo que Cánepa tenga otra idea respecto a lo que habría que hacer con aquellos marplatenses: que haya un núcleo urbano que goce de todos los servicios y una adyacencia que, por los designios de los falsos postulados de Cánepa se quede afuera del mundo, y hagamos como que no existe. Nos suena de dónde sacan esa idea de ciudad. Pero sigue Cánepa con su idea, intentando hacernos sentir culpables:
"-...yo creo que de última habrá que hacer un gran debate de qué tipo de ciudad queremos: una ciudad chata (haciendo un énfasis despectivo sobre esta palabra), una ciudad extensa, y tendremos que pagar después los costos de estas situaciones. No es lo que ocurre en la mayor parte del mundo, esto es así.-" No hay debate posible, Cánepa. Habrá que llevar servicios a la gente que vive en los sectores alejados porque ya son una realidad. La gente no es un gasto, Cánepa. En todo caso, habría que preguntarse si esa inversión no la retribuye el turismo. Pero claro, ese dinero no va a la caja de los constructores. Qúe miedo y desprecio sienten algunos por los arrabales.
Pero respecto a "lo que ocurre en la mayor parte del mundo" que sostiene Cánepa, esto de la concentración de las ciudades, es mas bien citado como un problema más que como la inocente solución que propone el Presidente del Centro de Constructores y Afines. Y genera un sinnúmero de problemas, algunos de los cuales pueden verse hoy en la ciudad de Buenos Aires: inconvenientes de transporte, masas de personas convergiendo sobre las áreas laborales, y saliendo de ellas, contaminación ambiental excesiva, incremento de las temperaturas en verano, mayor demanda y pobre aprovechamiento de las energías no renovables, imposibilidad de estacionar, circular, etc. Y no son pocos los países que están implementando programas para generar un desplazamiento de las poblaciones hacia las ciudades pequeñas situadas en las cercanías de las grandes. En realidad, esto de la concentración de las ciudades sólo es sostenido por aquellos que requieren áreas disponibles, por ejemplo, para plantar soja, cuyas ganancias no son ajenas al intento de construir torres en Punta Mogotes.

viernes, 20 de agosto de 2010

Mas improvisación...

A esta altura, ni el Consejo Escolar lo desmiente: en Mar del Plata no se da abasto con la cantidad de vacantes necesarias en las escuelas, sean públicas o privadas. Al incremento poblacional y la falta de construcción de nuevas aulas se le sumó el incremento en la demanda de vacantes por la Asignación por hijo, tanto en el nivel primario como en el secundario. Cada vez hay mas escuelas en las que los padres hacen un acampe de varios días para poder inscribir a sus hijos en algún establecimiento. Hay jardines de infantes que para el próximo año van a llenar su currícula sólo con los hermanitos e hijos de ex alumnos. En Punta Mogotes el tema es grave. Sólo tenemos la Escuela 14 (foto) dentro de los establecimientos públicos, donde hace años que se mueven en el límite de cupos disponibles y en el Instituto Educativo Punta Mogotes y en el Colegio Perito Moreno, de gestión privada, la cosa no es mucho mejor. Por supuesto que nadie va a mudarse al barrio si no tiene asegurada la vacante de sus hijos en esta zona, sobretodo si la vacante que ya se dispone también ha costado obtenerla. En este marco de cosas ¿Tenemos que seguir demostrando que la idea de hacer torres en Mogotes es obra de algunos cuantos improvisados pasados de copas?

miércoles, 18 de agosto de 2010

Rizzi chicanea

En el programa Vencedores y Vencidos, que va los sábados de 8 a 11 por Radio La Red entrevistaron a nuestro amigo, el concejal Fernando Rizzi, autor del proyecto de ordenanza sobre las torres en Punta Mogotes, y allí se despachó con algunas “inexactitudes” que queremos compartir aquí. Para Rizzi, los edificios que propone “-No son torres. Es una modificación en lo que es la volumetría de los edificios que permite mas pisos en cuanto a que se liberan los 4 lados, edificios de perímetro libre que le llaman, con retiro de fondo, de frente y laterales…-" Habría que contarle a Rizzi que esa misma es la definición de “Torre”, el edificio “de perímetro libre” o separado de las medianeras. Pero igual la cosa no es como la pinta el concejal, ya que en su proyecto, además de permitir este tipo de edificios, también admite edificios “entre medianeras” y “de semiperímetro libre”. Pero sigue Rizzi: “-…y es una parte del arco de la Av. Martinez de Hoz, Av. de los Trabajadores, y es un tramo de algunas cuadras donde hay prácticamente un estado de total abandono. Hay una estación de servicio abandonada, algunos terrenos baldíos, carteles de publicidad…bueno, queremos facilitar un poco más la altura con edificios de mayor jerarquía…-" ¿Algunas cuadras?, ¡son alrededor de veinte cuadras!, frente al mar, a la Reserva Natural…claro, hay un terreno que fue una estación de servicio, pero ya la demolieron, y los terrenos baldíos no sabemos porqué le producen al concejal esa agorafobia. Por supuesto, si a los dueños de esos terrenos, siempre y cuando no sean empresas constructoras que hacen lobby a favor del proyecto, les dicen todo el tiempo que esos terrenos van a valer mas dinero, jamás van a construir nada allí que no les reporte ese dinero. Los carteles publicitarios, bueno, pueden desautorizarlos simplemente si no les renuevan el permiso. Pero los habitantes de Mogotes no tenemos la culpa de eso. Ahora: eso de “construcciones de jerarquía”, más que molestarnos, revela que el concejal no conoce el barrio. Al menos aún no ha venido a dar la cara y explicarnos cómo piensa destruirlo. A nosotros también nos gustaría tener concejales de jerarquía, qué se le va a hacer...
Y le preguntan a Rizzi:
“-Lo que escuchábamos de parte de los vecinos de Punta Mogotes es que decían, iba a provocar un impacto en el cual la red cloacal, la red de agua, no estaba preparado para tener este tipo de estructura ¿se hizo un estudio con respecto a eso?-"
Y Rizzi se lanza al disparate:
“-Mire, primero es una barbaridad, eso, porque la densidad habitacional no se modifica. Lo que hoy se puede construir tiene una densidad de habitantes previsibles, que va a ser la misma que en este caso, porque los retiros laterales hacen que se pueda construir menos en los costados y se pueda ir para arriba…-". Ah, bue… o sea que en un terreno donde hoy puede vivir una familia, se harían quince pisos para que esa misma familia viva en semejante edificio. Es la única manera de no aumentar la densidad. Nos preguntamos, si no van a comprar más ropa ¿para qué hacen más estantes? Hay montones de casas en el barrio, ya que se trata de no modificar la densidad habitacional, para que mucha gente venga a vivir, y bienvenida ¿para qué hacer más sobre nuestro sol, nuestra identidad, nuestra tranquilidad y sobre el patrimonio urbano de todos los marplatenses? Agrega Rizzi “-…pero además nosotros pusimos un artículo en una ordenanza que es un proyecto que hace mucho que se está estudiando, pusimos que las empresas constructoras deban financiar las obras de infraestructura sanitaria y cloacal necesarias para no alterar el normal funcionamiento de lo ya existente.-" Nos preguntamos: ¿y si este artículo de este proyecto al que se refiere Rizzi, (que no tiene nada que ver con el de las torres de Mogotes), al ser tratado en el Honorable Concejo Deliberante, en el lógico debate, el artículo se rechaza, ¿qué nos va a decir Rizzi a los vecinos: “-Bueno, no tienen agua, no tienen luz, no tienen gas, no tienen cloacas, pero eso es porque no me votaron un artículo de otra ordenanza-“? ¿Y si se aprueba el proyecto de las torres y ese proyecto al que Rizzi se refiere, sencillamente nunca se trata?-“
Pero sigue la inexactitud: en una nota al sitio mdphoy.com el pasado domingo 15 de agosto se despachó con un proyecto para eximir de la Tasa de Servicios Urbanos a las construcciones que no se vendan en un determinado lapso. Allí Rizzi sostiene: “-…Es más, cantidad de obras de construcción no logran ser vendidas durante mucho tiempo, porque el mercado inmobiliario se encuentra saturado y determinadas zonas presentan exceso de construcciones, que en forma singular ven depreciado su valor por la mayor ocupación de suelo y densidad habitacional que van sumando…-" Pero ¿cómo? ¿no había una “enorme presión inmobiliaria” sobre ciertas zonas que ameritaba que se siga construyendo? Si hay “saturación” ¿porqué seguir construyendo? Y además, aquí admite que la construcción conlleva una mayor densidad habitacional. Y si tanta gente quiere comprar departamentos ¿porqué hay edificaciones que no logran ser vendidas? ¡Un guionista para Rizzi, que tiene argumentos muy flojos de papeles!

lunes, 16 de agosto de 2010

La "ley" que permite construir mas de lo autorizado, ¡es un decreto de la dictadura!

Imperdible nota de José Luis Jacobo a Norberto Cánepa, presidente del Centro de Constructores y compañero de andanzas de Palópoli. La estamos desmenuzando para comentar aquí. Por cierto, Jacobo no le preguntó a Cánepa sobre el desempeño de Palópoli como presidente de una empresa constructora que no guardó las debidas medidas de seguridad. Suponemos que lo hará en otra oportunidad. Pero vamos a destacar un párrafo en el que Jacobo le hace una larga pregunta que desemboca en esta síntesis:
J.: "-(...) Después surge el otro tema: ¿porqué un edificio en Mar del Plata que tiene planos presentados de 8 pisos o de 10, termina siendo de 10 o de 12? ¿Cómo juega ahí la legislación?-"
Cánepa: "-No...la legislación...hay limitantes en cuanto a las alturas que a veces tienen que ver si están en el sector costero con una limitante que es el cono de sombra. O sea, las sombras que arrojen estos edificios sobre sectores de la playa en determinados momentos del año. Es una situación un tanto compleja. Pero...en realidad la ley 8912, que se puso en vigencia allá por el año 1978 en realidad premia a cuanto más espacio libre dejás en los terrenos (...)-"
Buenísimo el dato de la ley 8912, pero por la fecha, por hablar de "entrada en vigencia" y no de "promulgación", nos llamó la atención. Así que ¡fuimos a buscarla! Y grande fue nuestra sorpresa al saber que la "ley" 8912 es en realidad un "decreto ley" de la dictadura militar. Al igual que la hasta hace poco vigente ley de medios, motivo por el cual se buscó su derogación denodadamente. Es llamativo que el instrumento que puede privarnos de la identidad de nuestros barrios y de nuestras ciudades, desaparecer nuestra forma de vida, provenga de un decreto y no del últimamente tan mencionado debate, consenso y acuerdo democrático y de las instituciones de la República. De la misma manera, es preocupante que instituciones como el Centro de Constructores y otras cámaras que no dudan en reclamar cambios en las leyes y actualizaciones de las disposiciones vigentes, algunas de la misma época que el decreto, por considerarlas obsoletas, y presionan en ese sentido, ni siquiera mencionen la necesidad de que, para cambiar nuestras ciudades debamos tener un instrumento de la democracia. ¿se les habrá pasado? ¿No habrán tenido tiempo de reclamarlo en 27 años?

domingo, 15 de agosto de 2010

El benefactor de la ciudad

Si usted lo ve por ahí, avise. Se llama Oscar Palópoli y fue Presidente del Centro de Constructores de Mar del Plata. En un curioso enroque, hace un par de años, dejó el cargo a Norberto Cánepa, quedando en el puesto de vice. De ambos nos hemos encargado en este blog. Y no es fácil verlo a Palópoli. Sobretodo para aquellos a quienes les debe algunas explicaciones. ¿Se acuerdan del Caso Stebelski? Juan Carlos Stebelski tuvo la suerte que podíamos haber corrido muchos otros ciudadanos, de pasar por debajo de la obra en construcción de la calle Catamarca esquina 25 de mayo cuando le cayó desde el octavo piso un elemento de hierro que le dio de lleno en la cabeza. Tras sufrir una terrible agonía, Stebelski murió el 3 de junio pasado. Aquí publicamos que una de las arquitectas de la obra compartía con el mencionado Palópoli el apellido. De hecho, es su hija. Y Palópoli es el presidente de la constructora del edificio, de nombre Andros, que no tomó los recaudos suficientes e imposibles de ignorar por el vicepresidente del Centro de Constructores, para que esto no ocurriera. Con llegada al intendente Pulti, Palópoli es uno de los que a menudo aparece en algunos medios (cada vez son menos los que les brindan un espacio que no sea pago) defendiendo con argumentos falaces la construcción de edificios torre por toda la ciudad, incluso en Punta Mogotes. Pero las inquietudes de toda la ciudadanía terminan encontrándose como en una mala novela mexicana: Palópoli es miembro de la Comisión de Inversiones, esa especie de supra-aparato que junto al Plan Estratégico, que también integra, sirven para saltear la voluntad popular suplantando la misma por una "opinión calificada que ningún intendente podrá ignorar". Palópoli apoyó la decisión acerca de la privatización del edificio Dormal, mas conocido como la ex terminal. A su vez, Palópoli es presidente del directorio de la empresa El Griego (Andros, El Griego, ¿no puede ser menos obvio para los nombres?) propietaria de los inmuebles donde funcionan las Secretarías de Desarrollo Social y Salud de la Comuna y por los cuales entre todos pagamos cerca de 20 mil pesos por mes de alquiler, que al cabo de tres años representarán mas de 600.000 pesos por este concepto, cifra similar a la que, con gran polémica, se le condonara a Supermercados Toledo. Y aquí viene a juntarse con el tema de la ex terminal. El amigo Pedro Maximiliano Casademunt, la persona que mas sabe sobre el tema Dormal en Mar del Plata, se cansó de proponer una idea sobre qué hacer con el edificio que no nos circunscribiera a tener que elegir sólo entre iniciativas privadas. Casademunt propuso que en vez de un shopping, en el lugar se generara un espacio cultural de gestión pública. Entre otras cosas, la propuesta incluía que muchas de esas oficinas por las que la municipalidad paga tanto dinero en alquileres, pasaran a ocupar espacios en la ex terminal, con el consiguiente ahorro de dinero ¿Cómo iba a votar Palópoli en el Concejo de Inversiones, sino a favor de la alternativa privatizadora que le permitiría seguir cobrando sus alquileres? ¿No debería haberse abstenido en función de tener intereses contrapuestos?

viernes, 13 de agosto de 2010

Otro "éxito":

El Edificio Barano (obviemos las rimas) o, mejor dicho, su esqueleto, fue construido durante el 2009 y ya nos hemos referido a él. Está en Arana y Goiri 1963, a metros de la Avenida Ex Martínez de Hoz. Por el frente tiene cinco inocentes pisos al lado de una casita a la que durante la construcción le apoyaron de todo sobre el techo, pero si desde la avenida vemos su parte trasera, tiene todo un agregado allí arriba que contribuye a quitarle aún más el sol a los chalets linderos. Si en la construcción primara mas esta idea y el sentido común antes que el curro, jamás debería haberse construido. Ahora bien, los departamentos del Esqueleto Barano están en venta. Así lo dice el cartel puesto bien arriba, en su fondo. Pero hace meses y meses, y no vemos que se venda. ¿Dónde está la enorme presión inmobiliaria del Centro, de Chauvín, de Plaza Mitre, de Playa Grande, que se disminuiría si se construyera en Punta Mogotes? ¿Dónde están aquellos desesperados marplatenses que no consiguen departamentos en esas zonas, que no corren a comprar el suyo en el Esqueleto Barano, con vista a los barrios que han dejado? Habría que preguntarle al concejal Rizzi porqué no incluye este esqueleto mas el edificio Brisas de Mogotes, mas el Plaza Urbana cuando habla del "abandono" de Punta Mogotes. La respuesta es un vacío grande como el Esqueleto Barano...

jueves, 12 de agosto de 2010

Cara de piedra...


Este viernes 13 de agosto, en el Concejo Deliberante, se procederá a declarar Visitante Notable a la arquitecta María de las Nieves Arias Incollá, una especie de prócer de la conservación del patrimonio histórico, especialista en Restauración y Conservación el Patrimonio Arquitectónico y Urbano, formada en la Escuela Donnaregina y en la Universidad de Nápoles y en el ICCROM,Roma, con un curriculum extensísimo en la Argentina y otros países( Vean http://www.cultura.gov.ar/archivos/noticias_docs/Arias_Incolla.pdf.) Incollá también se reunió hace un par de meses con Pulti por la Casa del Puente. Es decir, sin inmutarse, con la habitual cara de piedra, con esa arrogante ignorancia, los mismos que sistemáticamente autorizan la demolición del patrimonio marplatense y su pérdida definitiva para las generaciones futuras, los mismos para los que mantener edificaciones añosas es "congelar la ciudad", los mismos que, bajo el slogan de la defensa de la inversión y el progreso autorizan obras que generan curros millonarios a los que sostienen de tal manera que parece imposible pensarlos sin una participación en el negocio, distinguen a quien ha hecho de la conservación patrimonial una forma de vida. ¿Sabrá la arquitecta en dónde se metió?

miércoles, 11 de agosto de 2010

Con los ecos

del derrumbe en un barrio de Buenos Aires aún sonando, y preguntándonos si algo así no es posible en nuestra Mar del Plata (no olvidemos el Caso Stebelski), escuchamos en la mañana del 10 de agosto en el programa de Liliana Lopez Foresi por Radio del Plata, que aquí retransmite la querida Residencias, esta nota al arquitecto Rodolfo Livingston. En un tramo de la misma, hace alusión a la construcción de torres y de allí extractamos estos párrafos no exentos de su habitual ironía:
"...Hacer torres en barrios ¿a qué se debe eso? ¡A la organización de los intereses! Los constructores quieren construir, los arquitectos quieren construir, los inversores quieren ganar plata. Entonces, ¿Cómo es una conversación de la gente que quiere hacer eso? Yo te cuento: en la facultad de arquitectura nos hablan de la arquitectura para la gente, de la belleza, etc. Cuando esta gente se reúne ¡De ninguna manera hablan de eso! Sino que el único tema es el impacto del costo del terreno por metro cuadrado. Entonces, el terreno es carísimo. Porque es una mercancía. Entonces, si el terreno es carísimo, hay que subir para arriba para que el impacto del costo del terreno sea bajo y sea “rentable”. Es decir, que se crean condiciones para hacer estas torres donde no se debe. Lo que hay que modificar son esas condiciones. Que se hagan casas de dos o tres pisos: alojan la misma cantidad de gente aunque parezca increíble. Está el barrio Los Andes, en Chacarita, que tiene la misma densidad que una manzana de Buenos Aires con propiedad horizontal. Es decir, que hay que cambiar esta red de intereses. Hay un principio jurídico que se cumple y es que el interés es la medida de las acciones. El interés no es que la pasen bien los vecinos, no es la estética, no es lo que nos enseñaron en la facultad, ¡no es eso! ¿Cómo se pueden modificar los intereses? En Venezuela, por ejemplo, no se puede construir si los vecinos no están de acuerdo. ¿Y porqué no interviene Monseñor Bergoglio? ¿Sabés porqué? ¡Porque esas construcciones están en contra de la familia! El 90% son departamentos de dos ambientes con la estupidez de dos baños para responder a los prejuicios de la clase media. Yo tengo 1 dormitorio, pero la visita no puede ir a mi baño, porque mi baño es una porquería. Entonces le ponen un toilette. El toilette es lógico en una casa grande, pero ahí no hay lugar para la computadora, no hay lugar para la ropa, las cocinas miden un metro y medio de ancho. Es decir: ¿Qué se está construyendo? ¿Para quién se está construyendo? ¡Para ganar guita!, a costa de los humanos, a costa de los vecinos, a costa de la estética de la ciudad. Y la voracidad también es causa de que se dejen de lado estos detalles de la submuración y demás..."

Pero de otras entrevistas a Livingston, hemos recortado estas frases:


"A un joven de la facultad, le enseñan en segundo año a diseñar un aeropuerto pero cuando se recibe no sabe solucionar un problema en la casa de su tía en Lanús"


"La ciudad tiene tres enemigos principales: los autos, los jefes de gobierno que se asocian con el capital en contra de la gente, y los desarrolladores inmobiliarios. ¡Lo de los autos es extraordinario! Vos leés la página de economía, y la economía va bárbara porque se han producido 50.000 autos en un mes. Pasás a la página siguiente, y hay caos en el tránsito. ¿Cómo es posible que no se relacionen las dos cosas? Hay una carrera insensata entre el ensanchamiento de autopistas y la producción de automóviles. ¿Cómo es posible creer en un sistema cuyo éxito lleva al fracaso? El sistema te dice que lo ideal es que cada persona tenga un auto. ¡Si se cumpliera eso la atmósfera duraría una semana! Nadie se ha hecho la pregunta elemental que se formula cualquier persona que guarda zapatos en una caja: ¿cuántos caben?.."


"La identidad se apoya en signos visuales. Si uno sale una mañana y en la esquina donde estaba el café hay un baldío, y llega a la Av. Corrientes y el Obelisco no está, se vuelve loco. Por eso, en los peores momentos de la represión encapuchaban a los detenidos; les quitaban la visón y así los desorganizaban con respecto al tiempo y al espacio. Muchos edificios, son representativos de nuestra identidad más allá del valor académico o arquitectónico que puedan tener. Hay bares que nunca debieron ser remodelados, edificios que nunca debieron ser derribados. El Zoológico (de Buenos Aires) no debiera haber dejado suelto a Sofovich ahí dentro… Antes tenía un recorrido que estaba tan sabiamente pensado, que uno creía que era algo inmenso a pesar de sus pocas manzanas. Ahora lo único que tenemos son carteles de publicidad de tres metros de altura. Me recuerda a ese arquitecto norteamericano que cuando le preguntaron: ¿qué es el espacio?, y contestó: un lugar para hacer negocios.


jueves, 5 de agosto de 2010

Una, ganamos!

Todo fue un poco raro: el martes nos avisaron de la publicación en el sitio web El Retrato de hoy, de la siguiente nota titulada "Rizzi insiste con su idea de edificar torres habitacionales en Punta Mogotes" (http://www.elretratodehoy.com.ar/ver_nota.asp?cod=10962) En la que el concejal, autor del proyecto de las torres en nuestro barrio reitera sus viejos argumentos de los que ya hemos dado cuenta en este blog. Raro, porque no aportaba nada nuevo, más que irritación. Reaccionamos. Nosotros, un montón de vecinos y otros tantos marplatenses sensibles de otros barrios que escribieron a El Retrato expresando su desacuerdo. Cuando menos lo esperábamos, el mismo sitio publicó otra nota al respecto, bajo el título "En Punta Mogotes rechazan la construcción de torres e invitan al edil Rizzi a un debate con los vecinos" (http://www.elretratodehoy.com.ar/ver_nota.asp?cod=10977). Allí se relatan algunos aspectos de los mails de protesta que recibieron, que representan la idea de este blog. Pero al pie de la nota figura un descargo del concejal Rizzi en el que expresa “que en un titular aparece que insisto con el proyecto de edificios en Mogotes. No insisto con el tema”, y agrega: “ Hoy me preguntaron acerca del proyecto y dije que esta en comisión de obras pendiente un informe de Planeamiento. Por favor agradezco rectificación”. Una caballeresca reculada del concejal que también agradecemos. Pero si la nota no fue a Rizzi ¿a santo de qué y para satisfacer a quién se publicó?