jueves, 13 de mayo de 2010

El silencio de los responsables

La escasez de información en Punta Mogotes nos lleva a preguntarnos, cada vez que vemos que comienza una obra, cuántos pisos se habrán de construir, a encomendarnos a la buena fe del eventual constructor y a desear que no sea parte del curro.
Si bien en este blog nos enfrentamos con concejales como Rizzi, al menos tenemos noticias de que se enoja con lo que hacemos. Pero hay otros que a la sombra del proyecto al que nos oponemos siguen tramando trampas en silencio, tal vez al amparo de nuestra propia lucha y a espaldas de la gente, y es hora de que lo digamos: la Municipalidad se mantiene ausente en este problema. Hace oídos sordos a los vecinos, no interviene ni se manifiesta. Y no estaría mal que a esta altura de los acontecimientos, con actuaciones que se tramitan ante la Defensoría del Pueblo, con un proyecto alternativo de ordenanza presentado por nosotros, con todo el ruido que este tema lleva haciendo en la prensa, con la conciencia de la ciudadanía convencida de que las torres son un monumental negocio de unos cuantos amigos, dejara de tirar la pelota afuera y emitiera una opinión que no pretenda ante todo cuidar su capital electoral. En las últimas horas comenzó a circular el rumor de que en este predio de Av. de los Trabajadores (Ex Martínez de Hoz) esquina Vernet se va a construir una nueva torre, con todas las trampitas que permiten construir no lo que ya permiten las ordenanzas, como dicen algunos "explicadores oficiales", sino mucho mas. El predio está frente a la Reserva y es preocupante por las sombras que se pudieran proyectar sobre ésta y sobre las casas que están detrás. Estamos averiguando, pero no sería raro que se autorice gracias a una nueva excepción. Todo esto es doblemente irritante, porque mientras no está aprobado el proyecto de Rizzi, el desorden normativo se sigue estableciendo a sangre y fuego. Esperemos que el trio Pulti-Artime-Castorina, que ya hizo de las suyas en el triangulito de Sicilia y la Costa, que maneja todo con tanta discrecionalidad y con su birome fácil decide sobre nuestras vidas sin que podamos gozar -al menos- de una instancia legislativa en la que se habilite el debate, se manifiesten públicamente, dejen de apañar este tipo de construcciones (¿o tenemos que llamarlas "negocios"?) y apelamos a ellos para que, así como por excepción pueden autorizarlas, por el mismo medio las impidan, y propongan una instancia de diálogo y consulta con los vecinos.

No hay comentarios: